En los últimos años se ha avanzado en la lucha contra el alzheimer. Hay más recursos, se diagnostica antes y se investiga más. Pero aún así las asociaciones reivindican más medios ya que con el envejecimiento de la población la patología continuará su escalada. En la provincia hay unos 20.000 enfermos con distintos tipos de demencias seniles, de los cuales la mitad padece alzheimer, es decir, unos 10.000. La cifra contrasta con los recursos. Las 21 asociaciones existentes en la provincia suman unas 700 plazas en las que se da atención específica para la patología y de las que en torno a un 80% son concertadas.
La presidenta de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Málaga, Paloma Ramos, reivindica que se creen más centros públicos de día para dar atención a la patología y a otras demencias. "El familiar no quiere una residencia, pero necesita ayuda para hacer su vida laboral. Por eso hacen falta más centros de día que sean como guarderías, pero para personas mayores con una demencia", argumenta. Las administraciones han apoyado a las asociaciones en la construcción de centros de día y luego han concertado buena parte de sus plazas, pero Ramos reclama más centros de día públicos. "Nosotros los hemos hecho porque si no asumíamos esa labor, no lo hacía nadie", sostiene la presidenta de la asociación malagueña, que reconoce el avance que se ha producido en los últimos años en la lucha contra el alzheimer.
Pero, pese a esas mejoras, los familiares mantienen una serie de reivindicaciones. Entre ellas, que se avance aún más en el diagnóstico precoz. Según Ramos, un paciente con alzheimer en la actualidad tarda entre seis meses y un año en ser diagnosticado. Menos que hace unos años. "Los médicos saben más y diagnostican mejor. Antes todo se metía en el mismo saco de la demencia senil, pero hay más de 60 tipos de demencia", explica. Del total de esas patologías, el alzheimer representa la mitad. Pero aunque se haya acortado el tiempo hasta que se llega a un diagnóstico, Ramos insiste en que hay que seguir reduciéndolo porque los tratamientos aplicados en las fases iniciales ralentizan la enfermedad.
Desde la asociación se hace especial hincapié en la situación de los enfermos de los pueblos para que se agilice su derivación a la capital, ya que en los hospitales comarcales no existen servicios de Neurología. Y también en la asistencia de los pacientes más jóvenes. Aunque el alzheimer es más frecuente a partir de los 60 años, hay casos con 52 o 53 años. Justamente esos suelen ser los que más tardan en obtener un diagnóstico porque se suelen confundir con una depresión, que es el síntoma más habitual en el principio de la enfermedad. "Como en sus comienzos se presenta de forma enmascarada, hay médicos de cabecera que los tratan como su tuvieran una depresión y se pierde un tiempo precioso, sobre todo en pacientes más jóvenes", apunta. Para Ramos, que el diagnóstico sea aún más precoz es fundamental para que la Administración no gaste en fármacos que son inútiles y para que el enfermo no tome unos medicamentos que no resultarán eficaces.
Con respecto a la aplicación de la ley de dependencia para el colectivo, Ramos asegura que se cumple. No obstante, apunta que en los últimos meses las valoraciones de las personas con alzheimer que pretenden acogerse a ese beneficio van algo más lentas en su tramitación.
Fuente: malagahoy.es