Pues al parecer esta idea no resulta tan descabellada, después de todo, según se desprende de la conferencia "Young Blood for Old Brains", del profesor de neurología Tony Wyss-Coray. En ella, Wyss-Coray explica los hallazgos que él y su equipo hicieron después de años investigando los efectos que tenía en roedores la transfusión de sangre entre distintos ejemplares de diversas edades, según recoge Becky Ferreira con traducción de Mario Abad en Infobae.
La conferencia íntegra está disponible para su visionado, pero ojo si sois muy aprensivos, porque durante la misma puede verse cómo cosen juntos a dos ratones en una técnica experimental denominada parabiosis.
"Por lo general, lo que hacemos es [...] emparejar un ratón de tres meses que sería el equivalente a un humano de veinte años con otro de dieciocho 65 años en edad humana", explica Wyss-Coray en su seminario. "Los dejamos juntos durante cinco semanas y luego analizamos aspectos como posibles cambios a nivel molecular, subcelular, celular, etc.".
Para más información: Periodista Digital