Cuando hablamos de “funciones ejecutivas”, dentro de la Neuropsicología, estamos refiriéndonos al conjunto de habilidades cognitivas que nos permiten enfrentar de manera positiva los problemas cotidianos.
Aquí entra -entre otros muchos aspectos- la capacidad de desmenuzar un problema complejo en varias tareas más fáciles; la de plantear soluciones prácticas a un reto determinado, o la capacidad para gestionar apropiadamente el estrés. Todas estas circunstancias nos obligan a desplegar nuestras funciones ejecutivas en el día a día.
En un proceso de envejecimiento normal observamos un deterioro en el funcionamiento ejecutivo, pero ¿podría ser este un indicador de deterioro cognitivo causado por el Alzheimer?
Los investigadores de Proyecto Alzheimer están trabajando en la posibilidad de que la disfunción ejecutiva pudiera ser un indicador de deterioro cognitivo incipiente.
Para ello -y dentro del protocolo del Proyecto Vallecas del que hemos hablado en alguna ocasión- se plantearon dos tareas de evaluación:
1. Medir la capacidad de generar alternativas distintas para la solución de problemas (Test de los 5 puntos)
2. Valorar el grado de adaptación de las respuestas de un individuo a las demandas de una tarea concreta (Cambio de Regla).
Para este proyecto de investigación se contó con la participación de 315 voluntarios del Proyecto Vallecas, que fueron clasificados en función de si cumplían o no los criterios de deterioro cognitivo. Todos ellos realizaron tanto el Test de los 5 puntos como la tarea del Cambio de Regla y posteriormente se compararon los resultados obtenidos por ambos grupos.
Se comprobó de este modo que la realización de ambas pruebas combinadas era útil para diferenciar a los individuos sin deterioro cognitivo. Se trabaja sobre la hipótesis de que un sujeto capaz de ejecutar ambas pruebas satisfactoriamente tiene una probabilidad del 99% de no sufrir deterioro cognitivo.
Sin embargo, no podemos deducir que la incapacidad de realizar las pruebas satisfactoriamente indique un deterioro cognitivo. Sería necesario llevar a cabo una amplia evolución neuropsicológica para poder conocer el grado de deterioro cognitivo.
Proyecto Vallecas: al perder nuestra memoria perdemos todo lo que fuimos
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