Ante un diagnóstico de deterioro cognitivo leve es clave una intervención temprana con el fin de tratar de ralentizar el avance de la enfermedad, que con una mayor probabilidad que en las persona sin diagnóstico, puede acabar desembocando en el desarrollo de alzhéimer. La forma más adecuada y eficaz de luchar contra la progresión de este deterioro es a través de talleres de estimulación, los cuales deben incidir directamente en el recuerdo y la reminiscencia del paciente, pero el problema es que frecuentemente no existe un material adecuado para llevar a cabo esta estimulación con personas mayores.
«Frecuentemente, en nuestros talleres hemos de usar recursos propios de la edad infantil, los cuales no son adecuados para nuestros pacientes», señala Carme Pous, presidenta de la Asociación Ajudam Predegent, quien pone como ejemplo de este material «los puzzles de 12, 24 y 36 piezas, que siempre suelen ser de motivos y contenidos infantiles como Peppa Pig o Patrulla Canina». «Éstos no son estimulantes, ni dignos ni gratificantes» para las personas mayores, se lamenta Pous. Por ello, la entidad ha puesto en marcha un proyecto que gira en torno a la marca «Mira, Piensa y Recuerda», a través de la cual se comercializa el material que la propia asociación genera para estimular a las personas con un deterioro cognitivo leve y cuyo contenido está totalmente adaptado a la gente mayor. A día de hoy, esta iniciativa se concreta en dos tipos de productos diferenciados: unos puzles de 12, 24 o 36 piezas
