El Centro Avanzado de Neuroterapia y Prevención de Deterioro Cognitivo, Real Butterfly, ha abierto sus puertas para compartir las últimas novedades en tratamientos no farmacológicos que ayudan a frenar los efectos de las enfermedades de deterioro cognitivo tipo Alzheimer; el equipo de Real Butterfly llevó a cabo un taller explicativo e interactivo donde mostraron las distintas terapias que se desarrollan en el centro y los equipos técnicos con los que cuentan para el desarrollo de estas terapias.
Una de las principales novedades en tratamientos con el objetivo de frenar los efectos del deterioro cognitivo tipo Alzheimer es el Neurofeedback, una técnica de condicionamiento operante. ”Los pacientes aprenden a modificar su actividad eléctrica cerebral mediante sencillos ejercicios de estimulación. La técnica consiste en colocar una serie de electrodos en un gorro que se coloca sobre el cuero cabelludo. Es una técnica no invasiva que Real Butterfly ha implementado y que permite evaluar los progresos de manera cuantitativa y cualitativa”, explicó Paola García Neuropsicóloga del Centro Real Butterfly.
La técnica del Neurofeedback pretende enseñar a manejar las ondas cerebrales. El cerebro humano envía información constante en forma de flujos eléctricos de unas áreas a otras para realizar todo tipo de actividades, desde comer hasta andar. A través de los electrodos colocados en el gorro del usuario, se obtiene la lectura de sus ondas cerebrales (EEG), que en enfermedades neurodegenerativas tipo Alzheimer, tienen su patrón invertido. Esto se traduce en que las personas presentan una menor capacidad atencional y una menor concentración que las personas no afectadas, lo que se reflejará negativamente en el resto de sus funciones cognitivas, viéndose las mismas posiblemente afectadas.
El Neurofeedback ayuda a mejorar ese patrón de ondas invertido, logrando así mejorar las funciones cognitivas de los usuarios. Tal y como expresó Paola García a los asistentes: “esta terapia consigue mejorar el estado cognitivo general de la personas tras unas 15 o 20 sesiones de entrenamiento, según el consenso de umbral terapéutico, mejorando así el arousal o activación general del paciente. Esta mejora en la activación general repercutirá positivamente en el resto de funciones cognitivas como la atención, la memoria, la velocidad de procesamiento, entre otras funciones, mejorando las mismas”.
Fuente: actasanitaria.com