Dieta y genética, factores de riesgo.
Los resultados del estudio demostraron que los niveles medios de proteínas LD βeta amiloide (proteínas Beta amiloides con lípidos agotados o LD, Lipid depleted protein) eran más altos en adultos con demencia senil leve en comparación con adultos con nivel cognitivo normal. Los autores también observaron que los niveles eran más elevados en adultos con demencia senil leve y predisposición genética para el Alzheimer (aquellos que tienen el alele Ɛ4). Los resultados del estudio indicaban también que una dieta baja en grasas tendía a disminuir los niveles de proteína βeta amiloide LD. En el estudio participaron 20 ancianos (edad media: 69 años) con funciones cognitivas normales, y 27 ancianos (edad media: 67) con demencia leve. Los pacientes recibieron aleatoriamente una dieta alta en grasas saturadas y alto índice glucémico o una dieta baja en grasas saturadas y bajo índice glucémico.
El estudio concluye que el conjunto de dichos resultados indicarían que los estados de lipidación (o modificaciones) de apolipoproteínas y péptidos de amiloides podrían intervenir de algún modo en los procesos patológicos, y que dichos estados de lipidación estarían influidos tanto por la genética (genotipo APOE) y por la dieta. Estas conclusiones vendrían a reforzar y complementar los estudios epidemiológicos que asocian diabetes, síndrome metabólico y otros factores de riesgo cardiovascular y el mayor riesgo de Alzheimer.
Fuente: medicina21.com