Dos jóvenes emprendedoras, Rosa María Fernández y Rosario Sánchez de Medina, trabajadora social y diseñadora de interior, respectivamente, decidieron crear la empresa Abuenar, Talleres Itinerantes, enfocada a mejorar la calidad de vida de determinadas personas. En concreto, ofrecen servicios de prevención y rehabilitación de enfermos de alzheimer y enfermedades similares, que no tienen ningún tipo de patología cognitiva.
La idea surgió cuando el Ayuntamiento de La Carlota, que a través de Servicios Sociales prestaba de forma gratuita ayuda a este tipo de personas, dejó de hacer esta labor al promulgarse la Ley de Dependencia. "Los cuidadores de esos enfermos se vieron desamparados, ya que la norma daba la opción de una prestación económica de ayuda a domicilio, en una estancia diurna o geriátrico, opción que es bastante costosa", comenta Rosa María. Tras constituir la empresa, ambas jóvenes propusieron a la Asociación de Familiares de enfermos de Alzheimer (AFA) de La Carlota la creación de una unidad de día donde trabajar con los enfermos en un espacio en el que, aparte de ocuparse de la socialización y la comunicación fluida entre ellos, se cultivase la memoria inmediata y, a largo plazo, el lenguaje. Además de trabajar con la relación que existe entre la mente y la capacidad de realizar movimientos del cuerpo, haciendo gimnasia, trabajos manuales con barro, coloreando con pinceles, haciendo puzzles y todo aquello que está relacionado estrechamente con la psicomotricidad.
El local multiusos donde Abuenar está abierto al público de lunes a viernes en horario de 10.30 a 13.30 horas está ubicado en el Paseo Tierno Galván y es propiedad del Ayuntamiento, que lo tiene alquilado a una serie de asociaciones carloteñas que lo comparten, respetando unos horarios previstos para no incomodarse una a otras. Gracias a una subvención que tiene AFA hasta final de diciembre, el coste por persona y mes es de 100 euros.
La aceptación de la empresa parece estar asegurada, ya que, aunque el proyecto se puso en marcha hace tan solo unos días (abrieron el pasado 21 de junio), tiene ya varios enfermos.
Las dos jóvenes emprendedoras tienen previsto ampliar el horario del servicio prestado e incluso aumentar la asistencia a los fines de semana, estando también abiertas a otras posibilidades.
"Deseamos que quede muy claro que esto no es un lugar donde se deja aparcados a los pacientes. Aquí se trabaja con ellos para estimularlos, motivarlos y relajarlos. En base a ello tenemos una programación diaria para crear unos hábitos que les confieran seguridad, hacemos una lectura corta y sencilla y ellos responden a preguntas sobre ella. Igualmente, celebramos una asamblea cotidiana donde los usuarios sacan a relucir los temas a debatir, que suelen ser casi siempre cuestiones del pasado, que es lo que mejor recuerdan", explican Rosa María y Rosario.
Fuente: www.diariodecordoba.com