Hace unos meses el nombre de Ricardo Martínez Murillo aparecía en todos los medios de comunicación dentro de un equipo de investigación que ha patentado una molécula capaz de impedir que la proteína tóxica amiloidea se deposite en el cerebro, una de las principales causas del Alzheimer. Este neruobiólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha estado en San Sebastián, no para explicar ese avance médico fundamental sino para hablar de una de sus pasiones, Santiago Ramón y Cajal, el padre de la neurociencia y del que se siente discípulo, aunque como es lógico no le conoció, hasta el punto que es vicedirector del Instituto Cajal y responsable del legado del científico que recibió el Premio Nobel en 1906.
- Llama la atención que unos dibujos de un científico terminen en una exposición como 'Estimulantes: circulación y euforia' de Tabakalera.
- Intento mostrar de la forma más divulgativa posible quién fue Ramón y Cajal, cuáles fueron sus descubrimientos y cómo los divulgó a través de sus dibujos científicos. Son piezas de arte, pero básicamente tienen un importantísimo valor científico ya que se ha demostrado que reflejan exactamente la realidad, lo que contenían sus preparados istológicos. No daba ningún tinte artístico, dibujaba lo que veía. Lo que pasa es que también era un artista y sus dibujos son espectaculares.
- ¿En qué consiste el legado de Cajal?
- ¡Tenemos hasta sus mascarillas mortuorias! Pero no las suelo mostrar porque hay que imaginarse al padre de la neurociencia vivo porque es una referencia en el mundo. Su legado está compuesto por elementos científicos y personales. Hemos recibido lo que él consideraba ciencia pura, sus preparados istológicos, equipos y su despacho. También tenemos sus reconocimientos como la medalla del Premio Nobel, el Premio Moscú y numerosas condecoraciones más y por su puesto, sus dibujos científicos, algunos de los cuales se pueden ver en la exposición de Tabakalera.
-¿Y el legado científico?
- Está considerado el padre de la neurociencia moderna. Es a la neurociencia lo que Einstein a la física. Están al mismo nivel. Estableció cómo funciona básicamente el sistema nervioso y describió varias doctrinas que se han demostrado mucho después como la neuronal, donde avanzaba que eran elementos celulares independientes. Básicamente marcó los fundamentos de la estructura y función del estado nervioso que nos han servido para seguir avanzando en las investigaciones que estamos desarrollando.
- Me da la sensación de que Cajal es más reconocido fuera de España que aquí.
- En España también se le reconoce, sin ir más lejos estamos hablando de él en una sala de exposiciones, pero por ejemplo en Estados Unidos le consideran el máximo exponente. En 1998 enviaron algunos de sus preparados al espacio dentro de un proyecto científico como una forma de homenajearle. También tenemos una exposición en National Health Institut, un centro de referencia en Estados Unidos y otra itinerante también en Estados Unidos y Canadá. Ramón y Cajal es el top, incluso más que Severo Ochoa, que también fue Nobel pero al que considero más americano a pesar de haber nacido en España.
- ¿Tenía algo de visionario?
- Sí, porque no trabajaba solo en ciencia sino también en política científica. De hecho fue el primer presidente del Consejo Superior de Investigación Científica. Creó la Residencia de Estudiantes, que era un elemento de formación que promovía la marcha de los alumnos al extranjero. Fue el precursor de los 'erasmus' de ahora.
- Hace unos meses su equipo de investigación presentó la molécula ASS234. ¿Se puede decir que los 'descendientes' de Cajal son los que están buscando acabar con el Alzheimer?
- Absolutamente. Ha sido una cadena. En el Instituto Cajal hay muchos investigadores que pertenecen a su escuela. Yo estudio la composición química de los tejidos, la estoquímica y uno de los primeros expertos fue Cajal. Ahora, sus discípulos, sus 'descendientes' somos los que estamos intentado vencer el Alzheimer.
- ¿Realmente va a ser tan importante el uso de esa molécula en el tratamiento del Alzheimer?
- Sin duda. Es una molécula híbrida que ya está en fase clínica 1. Esperamos que en no mucho tiempo, cinco años máximo, se podrá aplicar. No ha tenido ningún efecto secundario en los animales con los que se ha experimentado. La ventaja que tiene es que combinada con otra molécula no solamente detiene el depósito de la proteína tóxica que produce la inflamación del cerebro sino que además favorece la memoria.
- ¿Cuándo tengo que empezar a cuestionarme que puedo tener Alzheimer?
- El problema con esta enfermedad es que la neurodegeneración que tiene es irreversible y cuando más avanzado está es imposible recuperar. Ese es un objetivo a muy largo plazo, casi una quimera. Con un diagnóstico precoz, estas moléculas tendrán resultado. Si está muy avanzada no habrá medio de recuperar el estado cognitivo del individuo. Respondiendo más concretamente a la pregunta, hay veces que uno se despista. A mí me pasa. Salgo a la calle y me pregunto dónde he dejado el coche y también me digo: 'A ver si voy a tener Alzheimer?. Uno se tiene que preocupar cuando repetidas veces va a un lugar de la casa y se pregunta 'para qué he venido'. Eso puede pasar una vez o dos, pero si es muy frecuente que se preocupe porque hay algo que no le permite fijar la actividad que tenía prevista realizar.
- Entre sus publicaciones hay una que me ha llamado la atención sobre la importancia de las neuronas espejo en el fútbol.
- Es un tema muy interesante. Son las neuronas de la empatía que dicen que influyen incluso en el amor. Uno tiene que empatizar con una persona para desarrollar un sentimiento y predecir cuál va a ser su reacción y eso solo se consigue con estas neuronas espejo que se encuentran en toda la corteza cerebral. En caso del fútbol el jugador puede predecir la maniobra de su contrario y adelantarse en el movimiento y en el disparo.
- ¿Cree que Cristiano Ronaldo tendrá muy desarrolladas estas neuronas espejos?
- Pues sí. Gracias a ellas a los madridistas nos ha salvado de algún desastre. Pero la empatía no es solo cosa de los humanos. Los primates también la desarrollan. Son fundamentales para el día a día.
- El próximo día 26 se cambia la hora. ¿Realmente nos afecta?
- A unos les sienta mejor y a otros peor. Tener una hora más de luz viene muy bien a quienes no tienen ninguna alteración mental porque te activa, aumenta las relaciones sociales... El problema lo tienen los maniacodepresivos. Cuando aumentan las horas de luz tienen más tiempo de pensar y activarse y de ahí llegan los intentos de suicidio, por ejemplo, pero eso es para quien tiene una patología de base. Yo prefiero este cambio que el de otoño con una hora menos, aunque también tiene solución, mantener las bombillas más tiempo encendidas. Todo esto tiene que ver con los niveles de melatonina.
Fuente: diariovasco.com