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Romper la brecha digital a partir de los 55 años

La Fundación Harena cuenta con un extenso programa de actividades para vencer la soledad de los más mayores

No hay límite de edad para asistir a estas clases gratuitas de la mano de Pablo López, un economista con amplios conocimientos sobre la materia y paciencia para tratar a sus alumnos

Personas que cogen el ratón de un ordenador al revés, otras que apuntan a la pantalla como si se tratase de un mando a distancia y otras que siguen el hilo de las explicaciones y llevan al día lo aprendido. Las clases de Pablo López son muy variadas pero el objetivo principal es conseguir que los mayores que acuden a ellas obtengan nociones básicas sobre el uso de las tecnologías.

Los nuevos cursos gratuitos de alfabetización digital para mayores que imparte la Fundación Harena, con financiación de la Fundación Vodafone, se imparten una vez más gracias a la acogida que tuvieron el año pasado. Más de 130 personas han pasado ya por las aulas de Pablo López, el profesor encargado de impartirlos en la calle Beatas, junto a dos voluntarios de apoyo que le ayudan para que nadie se quede atrás.

Existen dos niveles, inicial y avanzado para aquellos que ya tienen ciertas nociones con no más de 30 personas por aula. 32 horas repartidas en dos meses para aprender o reforzar y ampliar los conocimientos sobre cómo manejar un ordenador.

Pablo es economista pero por circustancias de la vida imparte estos cursos. Su buena mano y paciencia con los mayores ha contribuido de manera decisiva y es que trata con personas de todo tipo. En sus clases han estado personas de más de 80 años, algunos de ellos con alzheimer o párkison. «Me tengo que adaptar a sus necesidades, para algunas personas que he tenido con párkinson les he configurado el ratón de forma especial», explica. El cariño que le ponen a todo y lo agradecidos que se muestran con cada pequeño avance que hacen merece la pena, según Pablo.

Ejemplo de ello son las hermanas María e Isabel Gómez y su cuñada Isabel Montes. Las tres han estado ya en dos cursos de Pablo y reconocen que sin él no hubiera sido posible entender el mundo virtual. Aunque cada una va a su ritmo hoy día, no descartan apuntarse a un curso nuevo para refrescar conceptos y continuar con su aprendizaje.

Isabel Gómez

Con la colaboración de