El decálogo mundial por una mejor atención de las personas con demencia hace hincapié en los siguientes puntos:
Las personas deben tener acceso a un médico para verificar si padecen demencia. Las personas deben tener acceso a un examen de la memoria para verificar si sus preocupaciones de padecer demencia son acertadas. Un diagnóstico permitirá que, junto con sus familiares y amigos, puedan planificar los años que le quedan por delante y prepararse
para cuando sus necesidades cambien.
para cuando sus necesidades cambien.
Las personas deben tener acceso a información sobre demencia para saber cómo les va a afectar. La demencia afecta a la persona que la sufre y también a todo su entorno. La persona con demencia, sus familiares y amigos deben tener acceso a información y asesoramiento de alta calidad para saber qué deben hacer a medida que la enfermedad avance.
Las personas con demencia deben recibir ayuda para vivir independientemente durante el mayor tiempo posible. Las personas con demencia deben poder estar activas el mayor tiempo posible en un entorno seguro y con el apoyo de las personas que les rodean.
Las personas con demencia deben tener el derecho de opinar sobre la atención y apoyo que reciben. Las personas con demencia tienen voz y deben tener el derecho de opinar sobre la atención que reciban, durante el mayor tiempo posible.
Las personas con demencia deben tener acceso a cuidados de alta calidad que sean adecuados. En todas las fases de la enfermedad, las personas con demencia deben tener acceso a un alto nivel de atención cuando lo necesiten, ya sea en su propio domicilio, pueblo, ciudad o comunidad o en una residencia.
Las personas con demencia deben ser tratadas como individuos, y las personas que les cuidan deben conocerles. Los que cuidan a las personas con demencia deben tener información sobre su vida personal y familiar de modo que puedan facilitar una atención personalizada que sea adecuada para cada persona. Los cuidados que reciban deben adaptarse a su personalidad, preferencias y estilo de vida.
Las personas con demencia deben ser respetadas por lo que son. No deben ser objeto de discriminación por ningún motivo, incluyendo edad, discapacidad, sexo, raza, orientación sexual, creencias religiosas o estatus social o por cualquier otro motivo.
Las personas con demencia deben tener acceso a los medicamentos y tratamientos que les ayuden. Durante todas las fases de la demencia, las personas que padecen esta enfermedad deben tener acceso a la medicación y tratamientos que les ayuden a vivir bien, bajo la supervisión periódica de su médico.
Las personas con demencia deben poder decidir sobre sus últimas voluntades mientras todavía puedan tomar decisiones. Las personas con demencia deben tener derecho a opinar sobre cómo desean pasar sus últimos días, por lo que deben poder decidir sobre sus últimas voluntades mientras todavía puedan tomar decisiones.
Las personas con demencia deben poder estar seguros de que sus familiares y amigos tengan un buen recuerdo de ellos. Las personas con demencia deben poder asegurarse de que sus familiares y amigos recibirán el apoyo necesario para afrontar su fallecimiento y que serán consolados en su dolor para ayudarles a acordarse de su familiar tal y como fue.
Fuente: sendasenior.com