Una pregunta frecuente en la consulta, cuando las familias se enfrentan a un diagnóstico de demencia es: ¿Se puede curar?,
¿podemos hacer algo para prevenirla? frenar la progresión.
Una vez establecido el diagnóstico de demencia nos enfrentamos a una enfermedad que en su mayoría no tiene cura, pero existen tratamientos y medidas que pueden frenar su curso evolutivo y retrasar la incapacidad.
Dentro de los múltipes factores de riesgo que pueden generar o favorecer la aparición de demencia nos encontramos con aquellos que no se pueden modiicar, como son la edad o la carga genética (la herencia), frente a aquellos que sí se pueden modiicar, por ejemplo, entre las causas reversibles de demencia estarían el déicit de algunas vitaminas (vitamina B12, folato), hipotiroidismo, hidrocefalia de presión normal, neurosíilis o depresión. En estos casos hay un tratamiento efectivo que revierte la demencia y devuelve al
paciente a su situación previa en la mayoría de los casos.
Siempre, ante un diagnóstico de demencia, se deben realizar unas sencillas pruebas que nos ayuden a descartar este origen para así iniciar el tratamiento adecuad. Y en el caso de que todo esto esté descartado, ¿se puede hacer algo para prevenir la demencia?
El 21 de septiembre de 2014 se celebró el Día Mundial de la Enfermedad de Alzhéimer. Con ocasión de esta celebración, la entidad Alzheimer’s Disease International publicó un inorme mundial que analiza los factores de riesgo modiicables que previenen o retrasan la aparición de demencia.
En este informe se evidencia que la educación recibida en edades tempranas de la vida tiene una fuerte asociación con el riesgo de desarrollar enfermedad de Alzhéimer. Una pobre educación se asocia a un mayor riesgo de demencia.
La estimulación cognitiva a todas las edades y un elevado nivel educativo retrasan la aparición de demencia. Esto está en relación con el concepto de reserva cognitiva: cada cerebro puede soportar de forma distinta un mismo grado de lesión. Esta capacidad de resistir las lesiones cerebrales se llama reserva cognitiva y está en relación con el nivel educativo y sociocultural.
Otros peligros.
Los factores de riesgo cardiovascular que se padecen en edades medias de la vida se asocian también a un mayor riesgo: la hipertensión arterial, la diabetes a lo largo de toda la vida, el tabaco y el abuso del alcohol están relacionados con un aumento del riesgo de demencia. Un consumo excesivo de alcohol se asocia a una mayor atroia cerebral, mientras que dejar de fumar está fuertemente asociado a una reducción del riesgo de demencia.
La obesidad y la falta de ejercicio, en cuanto condicionan un aumento de la tensión arterial y un mal control diabético, son también factores favorecedores de demencia. Un estilo de vida saludable, con la realización regular de ejercicio físico de moderada intensidad y una dieta equilibrada, de estilomediterráneo
