Investigadores de la Universidad de Zaragoza estudian, junto a la empresa Reta al Alzhéimer, cómo aplicar la tecnología digital en el estímulo de capacidades cognitivas en los enfermos de alzhéimer para ralentizar la pérdida de sus funciones y habilidades.
Digitalización
Los visionarios de Silicon Valley y de otros centros de I+D+i apuestan por lo que hasta hace poco era considerado ciencia ficción: máquinas inteligentes, la prolongación de la vida o pantallas 3D holográficas. Con el optimismo tecnológico, también han aumentado los estudios que promueven completar los tratamientos farmacológicos suministrados a los pacientes con enfermedades degenerativas que merman sus capacidades cognitivas mediante nuevas estrategias tecnológicas capaces de potenciar, mantener o ralentizar el deterioro del paciente.
La enfermedad de alzhéimer es la forma más común de demencia y su prevalencia va en aumento por el progresivo envejecimiento de la población. La aplicación de la tecnología digital en esta patología resulta interesante por su potencial para configurar un cuidado personalizado, facilitar el entendimiento del mundo desde una perspectiva personal y proporcionar un entorno social que se adapte a las necesidades psicológicas de cada enfermo. De ahí, la apuesta por desarrollar agentes virtuales amigables, del tipo Semantic Human Embodied Conversational Agents (SHECA).
El proyecto, de la convocatoria Retos colaborativos, lo lidera la empresa Reta al Alzheimer S.L. y cuenta con investigadores de la Universidad de Zaragoza (UZ), dirigidos por Francisco José Serón Arbeloa, miembro del I3A.
Este proyecto investiga el desarrollo de algoritmos de representación del conocimiento y de predicción, que implementen una nueva terapia que retarde el deterioro cognitivo de la enfermedad de Alzheimer mediante la estimulación, entrenamiento y rehabilitación cognitiva-emocional, potenciando el aprendizaje, razonamiento, atención, memoria, resolución de problemas, toma de decisiones y procesamiento del lenguaje del paciente a través de los recuerdos.
La enfermedad de alzhéimer es la forma más común de demencia y su prevalencia va en aumento por el progresivo envejecimiento de la población. La aplicación de la tecnología digital en esta patología resulta interesante por su potencial para configurar un cuidado personalizado, facilitar el entendimiento del mundo desde una perspectiva personal y proporcionar un entorno social que se adapte a las necesidades psicológicas de cada enfermo. De ahí, la apuesta por desarrollar agentes virtuales amigables, del tipo Semantic Human Embodied Conversational Agents (SHECA).
El proyecto, de la convocatoria Retos colaborativos, lo lidera la empresa Reta al Alzheimer S.L. y cuenta con investigadores de la Universidad de Zaragoza (UZ), dirigidos por Francisco José Serón Arbeloa, miembro del I3A.
Este proyecto investiga el desarrollo de algoritmos de representación del conocimiento y de predicción, que implementen una nueva terapia que retarde el deterioro cognitivo de la enfermedad de Alzheimer mediante la estimulación, entrenamiento y rehabilitación cognitiva-emocional, potenciando el aprendizaje, razonamiento, atención, memoria, resolución de problemas, toma de decisiones y procesamiento del lenguaje del paciente a través de los recuerdos.
¿Cuál es el perfil de Sheca?
Los agentes Sheca son un medio muy poderoso para facilitar la comunicación hombre-máquina que se caracteriza por presentar expresiones faciales emocionales, movimiento continuo y capacidad de comunicación verbal cara a cara con el usuario. En la primera fase del proyecto, el aspecto del agente es aparentemente muy simple. Con poco esfuerzo de atención y de tiempo, este tipo de imágenes son más fáciles de interpretar por parte del espectador. Además, estos agentes muestran capacidad de entendimiento semántico, es decir, su comportamiento en la pantalla se basa en la existencia de un exhaustivo y riguroso esquema conceptual relacionado con los recuerdos de un ser humano. Este esquema está diseñado para facilitar la comunicación y el intercambio de información entre el enfermo y el sistema, así como para acompañarle en la navegación y orientarle en los momentos adecuados durante todo el proceso de estimulación cognitiva. Las áreas de conocimiento involucradas en este tipo de agentes son propias de la inteligencia artificial, la representación del conocimiento, la informática gráfica y los sistemas cognitivos.
Investigadores de la UZ intentan crear modelos predictivos que sean capaces de anticipar lo que los usuarios están pensando, dudando o intentando hacer en cualquiera de los
Investigadores de la UZ intentan crear modelos predictivos que sean capaces de anticipar lo que los usuarios están pensando, dudando o intentando hacer en cualquiera de los
procesos de interacción actuales o previstos en un futuro cercano. El objetivo es que los agentes Sheca ofrezcan ayuda de una manera amigable.
¿Es posible retrasar la perdida de los recuerdos?
Cada año surgen en el mundo unos 7,7 millones de nuevos casos de demencia por alzhéimer. El 31% de ellos, 2,3 millones, se producen en Europa. Los recuerdos almacenados en la memoria a largo plazo pueden desvanecerse dentro del proceso natural del olvido. Su mantenimiento durante un tiempo prolongado depende del grado de atención con que se procesó la información, del estado emocional de la persona en ese momento, así como de las repetidas recuperaciones posteriores que se hagan de los contenidos almacenados. Estas recuperaciones pueden suceder de forma natural a lo largo de la vida o mediante evocaciones deliberadas. En esas actividades de recuperación se basa la posibilidad de retrasar la pérdida de los recuerdos y de utilizarlos en un proceso de estimulación cognitiva como el que propone el proyecto Sheca.
¿Dónde veremos agentes?
Los agentes virtuales de tipo humano despiertan gran interés debido al elevado impacto, tanto económico como social, de sus muchas posibles aplicaciones. Destacan entre ellas la formación, juegos, cine, gestión de la información, comercio electrónico, agentes web para búsqueda, filtrado, notificacióneX03, pero también acompañamiento empático y estimulación cognitiva. Cada una requiere alcanzar, con diferente nivel de profundidad, características como apariencia adecuada, comportamiento autónomo, comunicación lo más cercana posible al lenguaje natural, reconocimiento, modelado de la personalidad, comportamiento emocional, capacidad de adaptación a las necesidades del entorno, anticipación, etc. Pero muchas revoluciones tecnológicas fallan debido a que la tecnología que subyace es inmadura o está intentando resolver un problema erróneo. En estos momentos, los agentes virtuales basados en técnicas de inteligencia artificial o cognitivas intentan esquivar ambos obstáculos.
Fuente: heraldo.es