Cesta de la compra

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Sin el “salvavidas” de la rutina

Gloria tiene 94 años y pese a llevar más de una semana sin salir de casa, hoy al terminar de vestirse le ha preguntado a su hija si se pone los zapatos y el abrigo. Ella le ha repetido, un día más, que "no hay nadie en la calle" debido al confinamiento obligatorio por la pandemia de coronavirus. Gloria tiene alzhéimer y como ella miles de personas viven esta cuarentena sin entender lo que pasa porque aunque se les explique una y otra vez, lo olvidan rápidamente. Pero no son el único colectivo al que el cambio de rutinas al que obliga el quedarse en casa les puede afectar a nivel psicosocial y empeorar su situación.

Muchas personas con trastornos del espectro autista no manejan bien los cambios, lo que puede llevarles a sufrir crisis, y por ello, el Gobierno ha publicado una disposición en el decreto del estado de alarma en el que permite que tanto discapacitados que tengan alteraciones conductuales como personas con autismo puedan salir a la calle acompañados para "no agravar su situación" y siempre que mantengan las condiciones y de higiene y seguridad adecuadas para evitar el contagio.

Más información: La Opinión A Coruña

Con la colaboración de