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Todo se puede aprovechar, hasta la gelatina de Wharton

Las células madre mesenquimales podrían generar piel artificial; también se investiga su utilidad en patología cardiovascular.

Parkinson, diabetes, infarto de miocardio, enfermedades desmielinizantes... Son algunas de las patologías que, en el futuro, podrían tratarse con células madre de cordón umbilical, siempre y cuando los estudios, tanto básicos como clínicos, que se están llevando a cabo lleguen a buen puerto.

En el ámbito experimental no sólo se están empleando las células madre de la sangre, sino el propio tejido del cordón. Un buen ejemplo es la investigación que está realizando el equipo de Antonio Campos, del departamento de Histología de la Universidad de Granada, que ha logrado generar por primera vez piel artificial a partir de células madre procedentes del cordón umbilical.

Su trabajo, que se ha publicado en Stem Cells Translational Medicine, demuestra la capacidad que tienen las células madre mesenquimales de la gelatina de Wharton del cordón umbilical para diferenciarse en células epiteliales y constituir epitelios de revestimiento de piel y de mucosa oral.

"Podría convertirse en una fuente alternativa a las células madre de la piel del propio paciente, que requiere esperar por lo menos 20 días hasta generar el tejido", declara Campos.
En cambio, la obtención de piel a partir de cordón permitiría el almacenamiento en bancos para su utilización alogénica aprovechando la circunstancia, según explica el investigador, "de que estas células de la gelatina de Wharton tienen una baja expresión de moléculas del complejo de histocompatibilidad". Además, tienen una alta actividad telomerasa.

El auge de la investigación con cordones umbilicales se debe en buena medida, según Rafael Matesanz, "a que son una fuente muy sencilla de obtención de células. Otra cosa es que se vayan a obtener resultados concretos, como ocurre en las leucemias".

La mayoría de las líneas de investigación que han llegado a la etapa clínica se encuentran en fase I o II. Las que se encuentran en fase III se centran en enfermedades cardiovasculares como ictus, miocardiopatías o isquemia de miembros inferiores, algunas patologías autoinmunes y enfermedad de Crohn.

Matesanz señala que los investigadores chinos están apostando muy fuerte por las células madre mesenquimales de cordón para dolencias como el autismo, la parálisis cerebral y el Alzheimer. En su opinión, estos científicos chinos son especialistas en "crear muchas esperanzas no cumplidas".

Fuente: dmedicina.com

Con la colaboración de