La aplicación transdérmica de fármacos como la memantina y la tizanidina, usados para tratar el Alzheimer y la espasticidad, respectivamente, es la mejor alternativa al uso oral de estos tratamientos.
Al menos así lo demuestra una investigación llevada a cabo por el Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad CEU Cardenal Herrera y la Universidad de Ginebra para paliar la baja adherencia al tratamiento que tienen estos dos fármacos de administración oral.
Para los estudios llevados a cabo por el investigador de la institución valenciana Sergio del Río Sancho se han empleado modelos experimentales que han demostrado la validez de los parches transdérmicos, que en el caso del Alzheimer administran cantidades terapéuticas adecuadas del fármaco para tratar los síntomas de pacientes en estadios moderados y severos, según informan desde la Universidad.
Sobre la espasticidad, un desorden del sistema nervioso motor que se manifiesta por espasmos musculares, los estudios in vitro e in vivo realizados han demostrado también que la iontoforesis (introducir iones de sustancias activas a través de la piel) es de nuevo la técnica más eficaz para la administración de este fármaco por vía transdérmica.
Fuente: larioja.com