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Trece años cobijando la memoria de Pizarra

El centro de día de la Asociación de Familiares de personas con Alzhéimer se marca un nuevo reto: la concertación de sus servicios

«Perder un recuerdo no es como perder las llaves». Esa frase escrita en la pared ayuda al visitante a entender lo que supone el alzhéimer para aquellos que lo padecen. En Pizarra, un grupo de familiares de afectados por esta patología decidió unir fuerzas en el año 2003, y así nació la Asociación de Enfermos y Familiares de personas Afectadas por la Enfermedad del Alzhéimer (Aefas). Actualmente, tras trece años de funcionamiento, reclaman la concertación de sus servicios, para que los vecinos del municipio puedan ser atendidos sin necesidad de desplazarse fuera de Pizarra. Lidia Sánchez, psicóloga directora de la entidad, explica que la estancia en el centro de día es muy beneficiosa para los pacientes. «Trabajamos la estimulación cognitiva mediante tratamientos no farmacológicos», una serie de ejercicios en los que combinan «el lápiz y el papel con las nuevas tecnologías». En Aefas conviven diferentes técnicas para frenar el avance de la enfermedad, como el método Montessori o el Gladior. Este último parte de una evaluación inicial, «tras la que dividimos a los pacientes en grupos de trabajo en función del grado de avance de la enfermedad». «Establecemos rutinas y trabajamos la memoria mediante diferentes sistemas, buscando que no pierdan funciones básicas como verter líquidos o reconocer objetos», añade.

Según la experiencia de la directora del centro, este tipo de terapias son recomendables incluso cuando la enfermedad todavía no se ha manifestado de manera agresiva: «Mucha gente tiene reparo de traer aquí a sus familiares porque hay sensación de abandono». Sin embargo, los acompañantes son parte del proceso, y los síntomas «se frenan considerablemente». La intención de la asociación es la de que las instalaciones sean una extensión del hogar, un concepto vital para paliar el alzhéimer, así como para que los familiares no sientan que se están distanciando.

Montse Cid es la presidenta de Aefas. Se encarga de «buscar apoyos económicos» para el funcionamiento del centro. Gracias a donativos de empresarios locales pudieron comprar una furgoneta con la que transportar a los usuarios. La Diputación también colabora con ellos, así como el Ayuntamiento de Pizarra. Sin embargo, Cid considera primordial que la Junta de Andalucía «concierte algunas de nuestras plazas», ya que muchos afectados «deben desplazarse hasta otros municipios donde sí hay centros concertados». Asegura que este trámite facilitaría la vida de los familiares, y permitiría que el centro fuera más auto suficiente, para seguir cobijando la memoria.

Fuente: diariosur.es

Con la colaboración de