Un grupo de investigadores de la Universidad de Pensilvania (UPenn) y la Universidad Thomas Jefferson, ambas en Estados Unidos, ha concluido que la tomografía por emisión de positrones (PET) de fluorodeoxiglucosa (FDG), que mide el consumo de glucosa del cerebro, es un enfoque más eficaz que el amiloide para evaluar la progresión y la gravedad del Alzheimer y el deterioro cognitivo leve (MCI).
El Alzheimer es la causa más común de demencia y se sitúa como la sexta causa de muerte en Estados Unidos, con más de 5 millones de afectados. Dos de los biomarcadores más frecuentes que se encuentran en esta enfermedad son la disminución de la ingesta de glucosa y la acumulación de placas amiloideas en el cerebro.
Así, el estudio, publicado en ‘Journal of Alzheimer’s Disease’, también ha destacado que esta técnica permite determinar de forma más precisa la eficacia de las terapias utilizadas para esta enfermedad. En este sentido, Abass Alavi, profesor de Radiología en UPenn e investigador del estudio, ha puesto de relieve que, aunque florbetapir-PET también es un método de diagnóstico aprobado para el Alzheimer, FDG-PET suponer una mayor precisión y un menor coste.
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