Un estudio llevado a cabo en ratones por investigadores de la University of Texas Southwestern Medical Center (Estados Unidos) ha sugerido que una clase de medicamentos utilizados tras los trasplantes de órganos podrían retrasar la progresión del Alzheimer en sus etapas iniciales.
Los investigadores estudiaron cómo las conexiones entre las neuronas (sinapsis) se pierden rápidamente en el curso de la enfermedad. En concreto, las células nerviosas inicialmente pierden espinas dendríticas de diminutas extensiones en forma de ramas en los extremos de las neuronas que reciben información a través de las sinapsis de las células cercanas.
El área del cerebro que está más afectada gobierna funciones de orden superior como el lenguaje, el razonamiento espacial, el pensamiento consciente, la vista, el oído y otros sentidos.
En este sentido, los investigadores han descubierto que el beta amiloide, que se produce en exceso en los cerebros de la mayoría de las personas con Alzheimer, activa una proteína llamada calcineurina, la cual provoca la inhibición de una segunda proteína llamada Pin1, lo que provoca la pérdida de espinas dendríticas y sinapsis.
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