Los adultos mayores con problemas de memoria y antecedentes de conmoción cerebral tienen una mayor acumulación de las placas asociadas con el Alzheimer en el cerebro que los que también sufrieron de conmociones pero que no presentan problemas de memoria, según un estudio reciente.
"Lo que creemos que sugiere es que el trauma en la cabeza se asocia con la demencia tipo Alzheimer, que es un factor de riesgo", planteó la investigadora del estudio, Michelle Mielke, profesora asociada de epidemiología y neurología de la Clínica Mayo, en Rochester. "Pero esto no significa que alguien con un trauma en la cabeza desarrollará Alzheimer [automáticamente]".
Su estudio aparece en la edición en línea del 26 de diciembre y en la edición impresa del 7 de enero de la revista Neurology.
Estudios anteriores que han observado si el trauma en la cabeza es un factor de riesgo del Alzheimer han arrojado resultados conflictivos, anotó. Y Mielke enfatizó que solo halló un vínculo o asociación, no una relación causal.
En el estudio, Mielke y su equipo evaluaron a 448 residentes del Condado de Olmsted, en Minnesota, que no tenían señales de problemas de memoria. También evaluaron a 141 residentes más con unos problemas de memoria y pensamiento que se conocen como deterioro cognitivo leve.
Más de 5 millones de estadounidenses padecen de la enfermedad de Alzheimer, según la Asociación del Alzheimer (Alzheimer's Association). Las placas son depósitos de una proteína llamada beta amiloidea que puede acumularse entre las neuronas del cerebro. Aunque la mayoría de personas las desarrollan a medida que envejecen, las que contraen Alzheimer por lo general tienen muchas más, según la Asociación del Alzheimer. También tienden a desarrollarlas en un patrón predecible, comenzando en áreas del cerebro que son cruciales para la memoria.
En el estudio de la Mayo, todos los participantes tenían a partir de 70 años. Los participantes reportaron si alguna vez había sufrido una lesión que conllevara la pérdida de la conciencia o de la memoria.
De los 448 sin problemas de memoria, el 17 por ciento había reportado una lesión cerebral. De los 141 con problemas de memoria, el 18 por ciento la reportaron. Esto sugiere que el vínculo entre el trauma en la cabeza y la placa es complejo, apuntó Mielke, ya que la proporción de personas que reportaron conmoción en ambos grupos fue la misma.
Se realizaron escáneres cerebrales de todos los participantes. Los que tenían tanto antecedentes de conmociones como deterioro cognitivo [mental] tenían unos niveles de placas amiloideas que eran un 18 por ciento más altos que los que tenían deterioro cognitivo pero no antecedentes de traumas en la cabeza, hallaron los investigadores.
Entre los que tenían deterioro cognitivo leve, los que tenían antecedentes de conmociones cerebrales tenían un riesgo casi cinco veces más alto de niveles elevados de placa que los que no tenían antecedentes de esas conmociones.
Los investigadores no saben por qué algunas personas con antecedentes de conmoción cerebral contraen problemas de memoria, y otras no.
La investigación fue financiada por los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU., entre otros patrocinadores.
El estudio ofrece información valiosa a los expertos en el campo, aseguró el Dr. Robert Glatter, director de medicina deportiva y lesiones cerebrales traumáticas del departamento de medicina de emergencias del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York. Glatter, quien también es ex médico de los New York Jets, de la Liga Nacional de Fútbol Americano (National Football League), revisó los hallazgos del nuevo estudio.
Apuntó que otros estudios con frecuencia han utilizado información post mortem. En el estudio de la Mayo, los participantes tenían que haber presentado una pérdida de la conciencia como medida de tener antecedentes de conmoción, anotó Glatter. Pero, añadió, la nueva concepción es que la pérdida de conciencia no es necesaria para definir una conmoción cerebral, ya que puede haber conmoción sin ese factor.
El efecto de la lesión en la cabeza puede acumularse con el tiempo en el desarrollo del Alzheimer, aseguró. En el pasado, los expertos pensaban que solo el trauma encefálico grave se asociaba con el Alzheimer, pero una lesión menos grave podría en realidad también ser relevante, añadió.
Otro factor u otros factores aún por descubrir también podrían tener algo que ver, planteó Glatter.
Tanto Mielke como Glatter enfatizaron que las conmociones cerebrales no conducen al Alzheimer automáticamente. "No todo el que ha sufrido un trauma encefálico contrae Alzheimer", apuntó Glatter.
"Si se golpea la cabeza, esto no significa que contraerá Alzheimer, aunque sí podría aumentar el riesgo", dijo Mielke.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Michelle Mielke, Ph.D., associate professor of epidemiology and neurology, Mayo Clinic, Rochester, Minn.; Robert Glatter, M.D., director, sports medicine and traumatic brain injury, department of emergency medicine, Lenox Hill Hospital, New York City; Dec. 26, 2013, Neurology, online
HealthDay
Fuente: Medine Plius