Investigadores de la Universidad de Columbia Británica (UBC), en Canadá, creen que un nuevo medicamento contra la epilepsia es una promesa como tratamiento para la enfermedad de Alzheimer. Su trabajo, publicado este jueves en 'Alzheimer's Research & Therapy', refuerza la teoría de que la hiperexcitabilidad cerebral juega un papel importante en el Alzheimer y que los medicamentos anticonvulsivos, que previenen o reducen la severidad de las crisis, merecen más estudios en humanos.
En estudios anteriores, varios grupos de expertos han probado los efectos del fármaco anticonvulsivo levetiracetam utilizado en modelos de roedores, así como en dos ensayos clínicos en pacientes con signos tempranos de la enfermedad de Alzheimer. Los hallazgos sugieren que el medicamento puede retardar algunos de los síntomas de la enfermedad, incluyendo la pérdida de memoria.
En esta nueva investigación, el doctor Nygaard Haakon, el profesor de Investigación sobre Alzheimer en la Facultad de Medicina de la UBC, probó los efectos de brivaracetam, un medicamento anticonvulsivo todavía en desarrollo clínico para la epilepsia y estrechamente relacionado con levetiracetam. Puesto que es diez veces más potente que levetiracetam, se puede utilizar a dosis más bajas. Nygaard y sus colegas encontraron que invierte por completo la pérdida de memoria en un modelo de roedor de la enfermedad de Alzheimer.
Aunque el medicamento parece ser efectivo, los investigadores no tienen claro cómo funciona para revertir la pérdida de memoria. Nygaard también señala que el estudio actual representa datos muy preliminares con respecto a tratar a los pacientes con la enfermedad de Alzheimer.
"Ahora tenemos muchos grupos de investigación diferentes empleando fármacos antiepilépticos que se dirigen al mismo objetivo y todos apuntan a un efecto terapéutico en dos modelos de enfermedad de Alzheimer y pacientes con la enfermedad", apunta Nygaard, investigador del Centro Mowafaghian Djavad para la Salud del Cerebro .
"Ambos medicamentos son susceptibles de ser probado en ensayos clínicos más grandes en la enfermedad de Alzheimer en los próximos entre cinco a diez años", agrega. "Se necesitan estudios clínicos más grandes en humanos antes de que podamos determinar si la terapia anticonvulsiva será parte de nuestro futuro arsenal terapéutico contra el Alzheimer", señala.
El Alzheimer es la causa más común de demencia entre las personas mayores porque destruye lentamente la memoria y las habilidades cognitivas, y, finalmente, la capacidad de llevar a cabo tareas simples y cotidianas. En 2011, 747.000 canadienses estaban viviendo con demencia, número que se espera que aumente a 1,4 millones en 2031.
Fuente: canarias7.es