Uno de los principales motivos del fracaso de muchos nuevos tratamientos para prevenir la enfermedad de Alzheimer es la dificultad de detectar la enfermedad de forma temprana. Conseguir avanzar en la detección precoz de la enfermedad de Alzheimer supondría un avance en el tratamiento y prevención de la enfermedad, lo cual mejoraría indudablemente la calidad de vida de los enfermos y de las personas de su entorno familiar, además de facilitar el trabajo de cuidadores y profesionales médicos.
Un nuevo estudio, publicado en la revista Nature Medicine, ha profundizado la investigación en un biomarcador de la enfermedad. Se trata de una proteína que podría identificar el desarrollo incipiente de Alzhéimer en el cerebro. El biomarcador identifica una proteína presente en la sangre, por lo que se podría identificar los futuros casos de Alzhéimer por medio de una simple muestra de sangre. Sabemos que la enfermedad de Alzhéimer “comienza en el cerebro una o dos décadas antes de desarrollar los síntomas”, comenta uno de los co-autores del estudio, el profesor Mathias Jucker, del centro alemán de enfermedades neurodegenerativas (DZNE) de Tubinga. “También sabemos que toda terapia debe interferir 10 años (antes de los síntomas) o antes incluso para poder tener éxito e incidir sobre la causa de la enfermedad de Alzhéimer”. La prueba de sangre podría servir para demostrar si los fármacos están ejerciendo efecto, lo cual mejoraría significativamente los ensayos clínicos.
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