“Lo interesante del estudio es que puede haber un fármaco más que algún día llegue a la clínica”, explica a Sinc Jesús Ávila, científico del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa y uno de los principales investigadores de las bases moleculares del alzhéimer en España.
“Lo interesante del estudio es que puede haber un fármaco más que algún día llegue a la clínica”, explica a Sinc Jesús Ávila
El medicamento, llamado LMTX y desarrollado por TauRx Therapeutics, es el primero creado para deshacer los ovillos de proteína tau que se forman en el cerebro, y que son característicos de la enfermedad. En el grupo de individuos que recibieron LMTX como único tratamiento se ralentizó la progresión de la enfermedad, medida a través de tres tipos de evaluaciones: cognitiva, funcional y del grado de atrofia cerebral, detectada con resonancia magnética.
Sin embargo, el otro 85% de los participantes del ensayo, que había recibido otro fármaco adicional ya existente contra la enfermedad, no obtuvo resultados positivos. La compañía planea solicitar la aprobación del fármaco como monoterapia.
Científicos independientes de este estudio se muestran prudentes a la hora de valorar el nuevo logro. Es el caso de Alberto Lleó, jefe de la Unidad de Memoria del Servicio de Neurología del Hospital de Sant Pau, en Barcelona, que se encuentra en el congreso. “Los resultados son esperanzadores, pero realmente hay que tener en cuenta que solo se observan en monoterapia y que el estudio en global hay que tomarlo como negativo”, comenta a Sinc por correo electrónico desde Toronto. Ávila también resalta los puntos flacos del ensayo: “Es raro que no sea efectivo en pacientes que hayan probado otros fármacos, ahí parece estar el principal problema”.
Nadie entiende los porqués
El ensayo clínico de fase 3