Pamplona. (EFE).- El periodista navarro Guillermo Nagore ha regresado hoy a Pamplona tras recorrer 6.086 kilómetros, más de la mitad de ellos a pie, entre Finisterre y Jerusalén recabando historias humanas sobre el alzhéimer y reivindicando una política de Estado para esta enfermedad.
Familiares y amigos le esperaban a su llegada a la capital navarra, donde ha reconocido sentirse cansado por el viaje pero satisfecho por la experiencia vivida tanto a nivel personal, como profesional, sobre todo desde el punto de vista de las redes sociales y las nuevas tecnologías, y en lo relativo a su objetivo de sensibilizar sobre la enfermedad de Alzheimer.
En declaraciones a Efe, ha subrayado que aunque son muchas las "sensaciones positivas" con las que regresa, se queda con "la solidaridad de la gente y en especial con la mostrada por todas las personas relacionadas con el mundo del alzhéimer".
A eso ha añadido su satisfacción por saber que de alguna manera lo que ha hecho "ha llegado a personas que viven la enfermedad de Alzheimer en la más absoluta de las soledades y con esta pequeña locura se han sentido representadas y con ganas de pelear".
Nagore tiene ganas de seguir adelante con un proyecto que no ha hecho más que empezar, ya que "queda mucho por hacer". Y es que aunque todavía no sabe como se materializará, el proyecto "La memoria es el camino" va a continuar, ha señalado.
El viaje, que comenzó el 18 de marzo en Finisterre y concluyó el 16 de diciembre en Jerusalén, forma parte del proyecto "La memoria es el camino", una iniciativa auspiciada por la Confederación Española de Asociaciones de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras demencias (CEAFA) que tiene como objetivo último reivindicar una política de Estado sobre el alzhéimer, una enfermedad que afecta a unos 3,5 millones de españoles, entre enfermos y familiares.
Aunque su idea inicial era realizar todo el recorrido andando por el trazado del Camino de Santiago, un problema en un pie le obligó a alterar sus planes tras haber realizado caminando 3.735 kilómetros.
Aunque la mayoría del viaje lo ha realizado solo, han sido muchas las personas que se han implicado en este proyecto y lo han seguido a través de las redes sociales.
En estos meses, en los que ha estado "perdido por el mundo con una mochila a la espalda", ha conocido y contado realidades del alzhéimer.
En torno al proyecto también han surgido grupos de personas de todo el mundo interesadas en él, a través de blogs, Facebook y Twitter.
Fuente: lavanguardia.com