Desde hace siete años luchan de forma incansable para ralentizar la evolución de una enfermedad que se queda con la memoria, con el mejor o el peor de los recuerdos que una persona pueda tener.
Son los miembros de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer del Aljarafe, para los que cada día que pasa manteniendo en la memoria de los pacientes algunas de sus vivencias es todo un logro. Como los retos conseguidos por una de las enfermas que desde hace cinco años acude a las instalaciones de la Asociación en San Juan, donde a base de talleres y de trabajo con el equipo de terapeutas ha conseguido ralentizar el avance del alzheimer.
Es lo único que les queda, se resigna Miguel Rodríguez Castañeda, presidente de este colectivo, pues todavía no hay ningún medicamento que palie esta cruel enfermedad. Aunque en los tiempos que corren son uno de los muchos colectivos minoritarios afectado por los recortes, siempre sobreviviendo, ahora tendrán un respiro, aunque no precisamente económico, sino más bien moral, pues la Asociación será reconocida el próximo 28 de febrero con el nombramiento de sanjuanero del año. Además por unanimidad. Todos los colectivos del Consejo Local de Participación Ciudadana han presentado la misma candidatura, por lo que tan sólo faltaría la confirmación oficial en el próximo pleno.
Rodríguez confirma que están todos muy satisfechos, «desde los enfermos hasta los cuidadores, pasando por todos los profesionales y voluntarios» que forman la Asociación. Y les da fuerza para seguir luchando en su duro día a día.
Una jornada que comienza a las nueve de la mañana con la llegada de las 34 personas enfermas de alzheimer, con edades comprendidas entre los 62 y los 84 años, hombres y mujeres por igual, porque esta enfermedad no entiende de sexo.
En este espacio cedido por el Ayuntamiento de San Juan de Aznalfarache, y que lamentablemente está pendiente de una ampliación, se desarrollan diversos talleres coordinados por un equipo de terapeutas y que están específicamente diseñados para los enfermos dependiendo del grado de afectación.
Pero otro de los pilares fuertes de esta Asociación es el apoyo que se les brinda a los familiares. «Es importante que los cuidadores y familiares vayan por delante del enfermo, que no se encuentren sorpresas. Hay que formarlos al máximo en el alzheimer. Y se hace terapia con ellos. La psicóloga les da unas pautas para cuidarse. Pero lo fundamental es compartir las experiencias con los demás, lo que llamamos el desahogo».
Esta asociación que ha ido creciendo poco a poco no quiere quedarse ahí y sigue intentando ampliarse
