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Un proyecto europeo pretende conservar el olfato y el gusto de los mayores

Valencia, 17 oct (EFE).- Un proyecto europeo que cuenta con participación valenciana quiere conservar las capacidades sensoriales de las personas mayores, especialmente de los sentidos del gusto y el olfato, y mantener su capacidad cognitiva para mejorar el bienestar y calidad de vida en la tercera edad.

El centro tecnológico AINIA, con sede en Paterna, participará en este proyecto, que tiene una duración de un año y en el que colaboran diferentes perfiles de personas mayores de países como España, República Checa, Grecia e Italia, según han informado a EFE fuentes de la entidad valenciana.

Según las fuentes, el proyecto Erasmus+GYMSEN (Gimnasia sensorial para la tercer edad) pretende frenar la degeneración de los sentidos del gusto y el olfato asociados a la falta de apetito en el envejecimiento, para que las personas mayores conserven las ganas de comer.

También persigue mantener en forma la capacidad de percepción sensorial de las personas mayores, algo que podría prevenir y/o retardar su deterioro funcional y cognitivo.

Los expertos estiman que cerca del 90% de los pacientes mayores de 80 años presenta alteraciones del apetito asociadas a la disminución de sus necesidades físicas y a que perciben los sabores y olores de forma distinta.

El envejecimiento viene acompañado de cambios psicológicos y fisiológicos que conducen a la pérdida de los sentidos, fundamentalmente el oído y la vista, pero también el olfato, el gusto y el tacto.

Esto se traduce en que disminuye la sensibilidad para discriminar los olores y los sabores, según las mismas fuentes.

Esa disminución de las capacidades sensoriales que nos permiten distinguir las características organolépticas de los alimentos eleva el riesgo de malnutrición y de carencias nutritivas de las personas mayores, y puede provocar consecuencias como la pérdida de apetito (hiporexia), infecciones u otras alteraciones con graves consecuencias para la salud.

Para desarrollar el proyecto se formará a cuatro perfiles diferentes de personas mayores, teniendo en cuenta su estado de salud, nivel de actividad y de dependencia.

En España la experiencia se realizará con un grupo de ancianos sanos y activos; en la República Checa se centrará en personas mayores sanas, pero con una intensidad de actividad baja, mientras que en Grecia los ancianos serán enfermos de Alzheimer y en Italia, personas mayores ingresadas en centros o residencias para la tercera edad.

Dependiendo de cada caso concreto, serán los profesores, familiares, terapeutas o cuidadores los que realicen el curso con el que adquirirán herramientas que les permitirán una mayor eficacia en el desarrollo de actividades con los ancianos.

El curso sobre Gimnasia Sensorial será validado por los propios usuarios finales (tanto los cuidadores como los propios ancianos) mediante una actividad piloto.

AINIA centro tecnológico, a través de Consumolab, centro de estudios del comportamiento del consumidor, participa en todas las etapas del proyecto GYMSEN.

Concretamente lo hace en la evaluación de las necesidades de los distintos perfiles de personas mayores, la creación de los materiales del curso para la realización de la gimnasia sensorial y la formación a profesionales y familiares de personas mayores para la impartición de los cursos.

Según Beatriz Villegas, de Consumolab, las acciones a ejecutar a través del programa GYMSEN abordan el área de la nutrición, cognitivo y de un estilo de vida saludable y, como elemento innovador, el ejercicio de las capacidades sensoriales de los ancianos.

Entre otras acciones se prevé seleccionar estímulos sensoriales olfato-gustativos que se presentan a los ancianos durante un periodo de tiempo y con un número de repeticiones para mejorar su capacidad de percepción, o crear ejercicios-juegos para el reconocimiento de aromas.

Todo ello, según Villegas, se desarrollará teniendo en cuenta las particularidades de los cuatro perfiles diferentes de ancianos con los que se pilotará el programa.

Con la colaboración de