Villa Demencia es un pueblo de apenas 170 habitantes situado a las afueras de la localidad de Weesp, a unos 15 minutos en tren de Ámsterdam. Está formada por una treintena de casas, una decena de calles y un par de plazas, pero el recinto está completamente cerrado al exterior. En esta urbanización de más de 15.000 metros cuadrados, los ancianos que conviven en ella son personas con la enfermedad de Alzheimer.
“Queremos que hagan una vida normal en un entorno lo más real posible. Lo que no es natural es meter a los residentes en la cama esperando todo el día la hora de la pastilla y la comida”, explica Eloy Van Hal, de 51 años, uno de los fundadores de Hogeweyk.
"Este experimento de residencia es sin duda mejor que un geriátrico convencional, los enfermos allí están entretenidos. No obstante, hay un aspecto que no se resuelve y es la desocialización histórica de la persona con demencia. En este pueblo ellos hacen otra vida diferente de la que habían hecho antes. No se relacionan con sus amigos, con su familia, sino con otras personas con problemas cognitivos y cuidadores", considera el neurólogo Nolasc Acarín, experto en alzhéimer y párkinson.
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