«Nos sentimos arropados, que nadie diga que Burgos es frío». Las palabras de Rosa Peñalver, vicepresidenta de la Asociación de Familiares y Enfermos de Alzheimer (Afabur), servían ayer de pistoletazo de salida. Y es que fue pronunciarlas megáfono en mano y el Arlanzón se tiñó de amarillo pato dejando así una estampa para recordar y hasta 15.000 euros de recaudación -tres por cada ánade de goma que surcaba el río- en la cuenta corriente de esta entidad social que gestiona dos centros de día en la ciudad. Los fondos obtenidos a golpe de ‘dorsal’ se destinarán a cubrir el ya habitual déficit con el que cierran cada ejercicio, empeñadas como están sus responsables en contener las cuotas.
El entusiasmo de los voluntarios, tanto de Afabur como de Aquí Sí, la ONG que inició estas singulares citas en la ciudad, evidenciaba la satisfacción por la respuesta no solo económica, también presencial. Y es que la ribera del tramo en el que se disputaba esta competición se convirtió primero en un hervidero de curiosos, a la espera de la suelta de los 5.000 corredores desde la pasarela frente al Complejo de la Evolución, y después de atletas que, en paralelo, trataban de seguir el ritmo a los patos mecidos por la corriente.
Los primeros 215 en alcanzar la red ubicada bajo el puente Bessón deparaban recompensa para sus dueños, los titulares de la papeleta con mismo número. El resto pueden recogerse desde la semana que viene en las sedes de Afabur en la calles San Julián y Loudún.
Fuente: elcorreodeburgos.com