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Un tercio de los casos de Alzheimer puede prevenirse

Estimaciones recientes sugieren que más de la mitad de la carga de enfermedad de Alzheimer podría ser atribuida a factores de riesgo potencialmente modificables. Sin embargo, estas estimaciones no tienen en cuenta la superposición de los factores de riesgo, motivo por el cual un equipo de científicos ingleses y norteamericanos ha realizado un nuevo estudio para proporcionar estimaciones específicas del potencial preventivo mediante la asociación entre los diferentes factores de riesgo.

Para ello, los investigadores emplearon los datos sobre riesgos relativos existentes en meta-análisis anteriores y estimaron el riesgo de desarrollar enfermedad de Alzheimer atribuible a la población en todo el mundo y en Estados Unidos, Europa y Reino Unido para 7 factores de riesgo potencialmente modificables de los que hay evidencia consistente de que se relacionan con este tipo de demencia. Estos factores son: diabetes, hipertensión, obesidad, inactividad física, depresión, tabaquismo y nivel educativo bajo.

El riesgo de enfermedad de Alzheimer atribuible a la población asociado con estos factores de riesgo se calculó utilizando datos procedentes de la Encuesta de Salud de Inglaterra 2006, con el objetivo de ajustar la relación entre los diferentes factores de riesgo y evitar así la superposición de los mismos. Por otro lado, el potencial de reducción de los factores de riesgo se evaluó mediante el examen del efecto combinado de las reducciones relativas del 10% y el 20% por década para cada uno de los factores de riesgo, en las proyecciones de la prevalencia de Alzheimer para 2050 que estiman que 106 millones de personas padecerán la enfermedad.

Entendiendo que la edad sigue siendo el principal factor de riesgo de la enfermedad y tras ajustar los datos para garantizar la independencia de los distintos factores, los científicos observaron que, a nivel mundial, el mayor riesgo estimado atribuible a la población fue el nivel educativo bajo, mientras que en Estados Unidos, Europa y Reino Unido fue la inactividad física.

Antes de ajustar los datos para la independencia de los factores de riesgo, el riesgo atribuible a la población mundial para los 7 factores fue del 49,4%, lo que se traduce en 16,8 millones de casos de la enfermedad que podrían haberse prevenido de los más de 33 millones existentes en la actualidad. Sin embargo, tras ajustar los datos para garantizar la independencia de la asociación entre los factores de riesgo, esta estimación se redujo al 28,2%, lo que equivale a 9,6 millones de casos atribuibles a factores de riesgo modificables y que, por tanto, podrían haberse evitado.

El riesgo atribuible a la población combinado estimado para Estados Unidos, Europa y Reino Unido fue de alrededor del 30%. Ante estos resultados, los investigadores concluyen que, asumiendo una relación causal y realizando una intervención en la edad correcta para la prevención, las reducciones relativas del 10% por década en la prevalencia de cada uno de los 7 factores de riesgo podrían reducir la prevalencia de enfermedad de Alzheimer en 2050 un 8,3%.

Así, aproximadamente un tercio de los casos de enfermedad de Alzheimer en todo el mundo podrían atribuirse a factores de riesgo potencialmente modificables. Por tanto, la incidencia de este tipo de demencia podría reducirse, como afirman los autores del trabajo, mediante la mejora del acceso a la educación y el uso de métodos efectivos dirigidos a reducir la prevalencia de los factores de riesgo vascular (inactividad física, tabaquismo, hipertensión, obesidad y diabetes) y la depresión.

«Mientras que la edad es el mayor factor de riesgo para la mayoría de los casos de alzhéimer, hay una serie de factores de estilo de vida y de salud en general que podrían aumentar o disminuir las posibilidades de desarrollar la enfermedad de una persona» ha declarado Ridley, el jefe de investigación de la institución británica Alzheimer's Research. También ha explicado que aún queda mucho por descubrir acerca de la enfermedad; sin embargo, ha añadido, «todavía no entendemos completamente los mecanismos detrás de cómo estos factores están relacionados con la aparición de la enfermedad de Alzheimer».

En su opinión, como todavía no hay manera segura de evitar el mal de Alzheimer, la investigación debe continuar para construir la evidencia más fuerte en torno a los factores ambientales y de salud para ayudar a las personas a reducir su riesgo. Este estudio pone de manifiesto que muchos casos no se deben a factores de riesgo modificables y, por lo tanto, se subraya la necesidad de impulsar la inversión en nuevas vías de investigación del tratamiento.

Fuente: alzfae.org

Con la colaboración de