Cuando llega ese momento en la vida en que uno deja de recordar para qué sirve una cuchara, más vale tener a alguien al lado que se lo repita una y otra vez. Y los pacientes que atiende la Asociación de Enfermos de Alzheimer y otras dolencias (AFAL), lo tienen. Si bien desde hace años sus profesionales trabajaron cada día en vivo y en directo incitándoles a que repitan acciones cotidianas, la entidad ha dado ahora un paso más.
Hace unos meses que comenzaron a implementar en los ejercicios habituales las nuevas tecnologías, con la colaboración de CIS Galicia. Gracias a un programa informático de simulación, ahora los enfermos están a tan solo un clic de poner la mesa. Y es que esta acción aparentemente sencilla puede volverse una auténtica cuesta arriba.
Primero el mantel
Así, el programa no permite que un paciente ponga el plato antes que el mantel, avisándole con un discreto pitido de que no es correcto. Tampoco pueden utilizar un plato llano para comer la sopa, y para que no olviden el menú que habían elegido cuentan con una imagen a modo de apoyo visual. Pero no es esto lo único que pueden hacer. La otra innovación creada junto con CIS Galicia permite hacer recorridos a través de lugares emblemáticos de la ciudad sin moverse de la silla. Unos recorridos que pueden estar dirigidos por el terapeuta o bien por el propio paciente.
Efectos especiales
La recreación no se queda ahí, sino que permite introducir algo parecido a los efectos especiales. El profesional puede activar el efecto noche, que genera más dificultad, al igual que el de lluvia. El sistema también dispone del efecto linterna, que se emplea para ver algo concreto. No obstante, la visita puede hacerse realidad. Afal organiza terapias en sociedad a través de salidas organizadas en grupo. «Se lo toman como una excursión», indica Silvia Loureiro, logopeda y coordinadora del centro de día de la entidad, que añade que en realidad la actividad permite «trabajar la orientación, la lateralidad izquierda-derecha y la movilidad coordinada». Las iniciativas son tan innovadoras que valía la pena presentarlas a otros profesionales. Así lo hicieron el pasado mes de octubre en Santiago, durante la jornada organizada por la federación gallega (Fagal). Como no todo va a ser comer y hacer turismo, los terapeutas se han puesto manos a la obra y ya perfilan dos futuras aplicaciones informáticas. Una estaría basada en la vestimenta, para que no olviden qué ropa ponerse y en qué orden. La otra iría dirigida a usuarios de zonas rurales, y contaría con utensilios de labranza que servirían, por ejemplo, para recordar cómo plantaban las patatas en su huerta.
Afal obtuvo en enero el certificado de calidad ISO 9001. Un reconocimiento que logró gracias a la atención que sus profesionales prestan a 45 enfermos que no dejan ni a sol ni a sombra. Ahora tienen previsto celebrar con ellos la Navidad, y según cuentan será una auténtica fiesta. Una fiesta en la que tendrán quien les recuerde para qué sirve una cuchara.
fuente: La Voz de Galicia