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Una nueva prueba podría predecir el riesgo de demencia en las visitas rutinarias al médico de familia

Puede ser posible evaluar el riesgo de desarrollar demencia mediante el análisis de la información recopilada durante las visitas de rutina al médico de familia, según revela un estudio publicado en la revista de acceso abierto BMC Medicine.

Investigadores del University College of London, Reino Unido, desarrollaron un algoritmo que utiliza los datos recogidos rutinariamente para predecir el riesgo a cinco años de demencia como parte de un estudio financiado por Instituto Nacional de Investigación en Salud (NIHR, por sus siglas en inglés) británico.

El equipo identificó 930.395 pacientes sin antecedentes previos de demencia, deterioro cognitivo o problemas de memoria. Mediante registros de estos pacientes, construyó un simple algoritmo informático que predice el riesgo de futuros diagnósticos de demencia en cinco años. Este algoritmo, la puntuación de riesgo para la demencia, podría ayudar a descartar a los pacientes en riesgo muy bajo de trastornos como la enfermedad de Alzheimer en la atención primaria.

Los investigadores utilizaron datos anónimos seleccionados al azar, recogidos por 377 ensayos generales de Reino Unido entre 2000 y 2011, registrados en la base de datos Red de Mejora de la Salud (THIN, por sus siglas en inglés). La base de datos contiene registros de pacientes de alrededor del 6 por ciento de la atención primaria de Reino Unido.

Sobre la base de los posibles factores de riesgo conocidos para la demencia registrados en THIN, los científicos examinaron cuatro variables como posibles predictores de riesgo de demencia: medidas socio-demográficas (por ejemplo, la edad, el sexo, la carencia social); mediciones de salud y estilo de vida (consumo de alcohol, índice de masa corporal, presión arterial); diagnósticos médicos (diabetes, enfermedad coronaria); y el uso de medicamentos recetados.

Los investigadores comprobaron estas variables por su asociación con los diagnósticos de demencia recién registrados durante un periodo de seguimiento de cinco años. Para validar la exactitud de su algoritmo, seleccionaron un grupo adicional de 264.224 pacientes sin registros anteriores de la demencia a partir de 95 centros de atención primaria de Reino Unido.

Ambos grupos de pacientes -los seleccionados durante el desarrollo y los seleccionados en la fase de validación del estudio- se dividieron en subgrupos de personas de 60-79 y 80-95 años. Los grupos fueron divididos en base a resultados anteriores de que el riesgo de demencia aumenta considerablemente a los 80 años, así como una diferencia observada en la distribución de los factores de riesgo entre las personas de 60-79 años o más.

El algoritmo funcionó bien en la predicción del riesgo para el grupo de 60 a 79 años de edad, pero no en el caso de las personas incluidas en el de 80-95 años de edad. Esto sugiere que los modelos de evaluación de riesgo para la demencia utilizando los factores de riesgo tradicionales no funcionan bien en pacientes de 80 años o más y puede ser necesario un enfoque diferente para este colectivo.

Los factores de riesgo que estaban mal registrados en la atención primaria de Reino Unido, como antecedentes familiares de demencia o la actividad física, no pudieron ser incluidos en la fórmula. Como el modelo actual se basa en datos de pacientes de Reino Unido, los investigadores sugieren más pruebas para evaluar la efectividad de su puntuación de riesgo para las poblaciones de fuera de Reino Unido.

Fuente: eleconomista.es

Con la colaboración de