En la búsqueda de una cura para el alzhéimer, un equipo de investigadores ha logrado reducir la inflamación del cerebro, relacionada con el riesgo de desarrollar esta enfermedad, en roedores. Los científicos utilizaron para ello células madre mesenquimales y sus vesículas extracelulares derivadas y han logrado demostrar por primera vez que su empleo administrado a través de los conductos nasales reduce la inflamación. Además, según el estudio publicado hoy en “Stem Cells Translational Medicine”, estas células madre también desencadenan acciones que protegen las neuronas del cerebro contra otros efectos degenerativos.
El estudio, dirigido por Silvia Coco, de la Universidad de Milano-Bicocca en Italia, sienta las bases para futuros estudios que podrían señalar el camino hacia una cura para esta enfermedad devastadora.
“Las células madre mesenquimales son pluripotenciales y tienen la capacidad de reactivar otras células”, explica el doctor Guillermo García Ribas, miembro del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología (SEN). “El uso de las células madre conlleva un riesgo porque se pueden convertir en todo tipo de células, cancerosas. Y para evitarlo, los autores de este estudio lo que han hecho es inyectar menos células madre de las necesarias logrando proteger o potenciar las neuronas que tenemos”.
Más información: La Razón