Según un estudio llevado a cabo en ratones y cuyos resultados se han publicado en «Alzheimer's Research and Therapy», una vacuna de ADN administrada en la piel desencadena una respuesta inmune que reduce la acumulación de tau y beta-amiloide, las dos proteínas tóxicas relacionadas con la enfermedad de Alzheimer. Este estudio, podría allanar el camino para un ensayo clínico en humanos, ya que la vacuna no desencadena una inflamación cerebral severa que los tratamientos con anticuerpos anteriores previos en algunos pacientes.
Según comentó Roger Rosenberg, director fundador del Centro de Enfermedad de Alzheimer en Utah (EE.UU.) «este trabajo es la culminación de una década de investigación que ha demostrado repetidamente que esta vacuna puede atacar de manera efectiva y segura en modelos animales lo que creemos que puede causar la enfermedad de Alzheimer». Además, Rosenberg destacó que «creo que estamos mucho más cerca de probar esta terapia en personas».
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