Estudios han demostrado que este tipo de entretenimiento genera una mejora en la función cerebral producida por el incremento del hipocampo y la materia gris por lo que sería un aliado ideal en la lucha contra el monstruo de la memoria.
El impacto de los videojuegos en la salud ha sido objeto de debate desde siempre. La Organización Mundial de la Salud decidió incluir en su lista de enfermedades mentales el trastorno por los videojuegos y con ello abrió paso a un choque de opiniones. Mientras algunos defienden que este tipo de entretenimiento puede ser nocivo para la salud, otros aseguran que puede ayudar a mejorar las funciones cerebrales e incluso convertirse en un poderoso aliado para poner freno a enfermedades como el Alzheimer.
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