Si el confinamiento ha sacudido la vida social de las personas, en el caso de las familias que conviven con enfermos de Alzheimer, la sacudida es más bien un terremoto y el problema dista mucho de ser el tedio generado por el aburrimiento. La Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras demencias de Galicia (Afaga) atiende en Vigo a cerca de 300 personas que sufren esta dolencia y son conscientes tanto del padecimiento de los cuidadores, como del deterioro de los propios pacientes, atrapados en una situación difícil de asimilar para muchos e incomprensible para ellos.
Juan Carlos Rodríguez, presidente de Afaga, recuerda que si para cualquiera es insano estar tanto tiempo en casa, para los pacientes de Alzheimer es peor «porque se agravan los problemas de movilidad y cognitivos, por eso estamos yendo a las casa para darles atención, ya que tenemos el personal para hacerlo. La idea es ir a todos los domicilios que se pueda», cuenta.
La entidad ya había activado desde la semana siguiente al decreto del estado de Alerta, un programa de voluntariado para dar soporte a las personas mayores, «no solo a los que tiene Alzheimer sino a todas», para llevarles comida o medicamentos, y después ampliaron el servicio de ayuda a domicilio para cuestiones como el aseo y otras tareas domésticas. Rodríguez aprecia que «algunos usuarios se dieron de baja inicialmente por temor, pero hubo muchas otras que sí lo necesitaban y lo hemos ampliado porque la demanda creció».
Más información: La Voz de Galicia